En China, el tercer país del mundo en superficie, coexisten glamorosas zonas urbanas y zonas rurales aisladas. La edición de abril de Doosan presenta a Qinlong Yu, de DICC (Doosan Infracore China Co., Ltd), quien durante seis meses ofreció apoyo técnico y reparaciones de unidades en la región de Qinghai, cerca del Tíbet.
China posee famosas mesetas elevadas, y una de ellas es la meseta tibetana, en China occidental. La región de Qinghai, cerca del Tíbet, también presenta una gran altitud, tanto que llega a provocar mal de montaña. Esta dolencia suele provocar jaquecas, mareo del viajero y zumbido de oídos. En los casos más graves, la persona puede experimentar pérdida del apetito, náuseas, sensación de asfixia, dificultad para respirar y hasta la muerte. Woldal es un nuevo distribuidor situado en Qinghai, por lo que necesita un grado especial de atención y apoyo de parte del Equipo de Soporte de Productos y Posventa. Durante seis meses, entre febrero y agosto de 2013, trabajé con dos compañeros en este lugar prestando soporte técnico.
Once horas de viaje
En la región de Qinghai, el servicio técnico siempre es difícil, no solo por la altitud sino también por las malas condiciones de los caminos. Trabajar en un sitio llamado Muli (entre otros) resulta más duro todavía. A pedido del cliente, en marzo de 2012 viajé 600 km para reparar una excavadora DH500 en la mina de carbón de Muli. Los primeros 400 nos tomaron solo cinco horas, pero para cubrir el resto tardamos otras seis, a causa del mal estado del camino. Llegamos a las 2 de la mañana, aproximadamente, lo que dejó sorprendido (y también aliviado) al propietario de la mina.
Fideos instantáneos mal cocidos: ¡qué delicia!
Al llegar, descubrimos que el alojamiento no era adecuado: solo teníamos una construcción que hacía las veces de dormitorio. De todas maneras, después de 11 horas transitando caminos accidentados, todos queríamos dormir un poco. Como el comedor de la empresa ya estaba cerrado y no había restaurantes en la zona, terminamos comiendo fideos instantáneos mal cocidos (debido a la altitud y a la baja presión atmosférica, el agua hierve a 70 °C).
Falta de aire y temperaturas de -32 °C
Las temperaturas en la mina Muli, a 4300 m por sobre el nivel del mar, es bajo cero todo el año. Durante nuestra estadía, de día hacía -32 °C, así que es de imaginar el frío que sentíamos. A pesar de todo, comenzamos a trabajar. Si bien el primer caso era simple (un pequeño problema de funcionamiento durante el arranque del motor), el siguiente necesitaba repuestos. Al desarmar la máquina, tenía las manos tan frías que se me entumecieron y las golpeaba contra el equipo. También me era difícil respirar, y tenía que tomarme descansos. Tras una semana, pudimos completar la tarea y regresar al hotel en Xining, la capital de la provincia de Qinghai. Lo primero que hice fue tomar un baño de inmersión bien caliente. ¡Fue un momento de sincera alegría! Hay ocasiones en que debemos efectuar reparaciones en atmósferas difíciles. Con todo, estoy muy orgulloso de mi trabajo, al ver la satisfacción y el aprecio de los clientes.
“Es difícil, pero es un trabajo que nos hace felices”
Trabajar en SP implica largos viajes al extranjero, así que nos queda poco tiempo para estar con nuestras familias. Por un lado, me siento en deuda con mi esposa. Por el otro, es ella la que más me anima, y es muy comprensiva y solidaria con mi trabajo. Además, cuando regresamos de los viajes al extranjero, los directores de SP y PV nos muestran su interés en nosotros y buscan resolver cualquier dificultad que tengamos. Intentan transmitirnos sus conocimientos y su estilo de vida, que aprendieron con la experiencia, y su apoyo es de mucha ayuda.